domingo, 11 de diciembre de 2011

Pauta Lunes 121211

Foro Café Justicia de Paz FUNDESMU

El pasado 8 de diciembre de 2011, la Fundación Estudios Municipales, organizó un Café para conversar con un grupo de personas sobre el destino de la Justicia de Paz, asumida por la Constitución como una competencia del Municipio.   El invitado especial para este café fue el Dr. Carlos Lusverti quien en la actualidad es el presidente de Amnistía Capítulo Venezuela.

Lusverti, en sus palabras iniciales para orientar la conversación con los asistentes, nos habló del derecho que tienen todos los ciudadanos de acceder a los mecanismos de justicia que el Estado prevé en su diseño institucional, pues ante los pequeños conflictos que se pueden generar en las comunidades es necesario que el Estado pueda responder con mecanismos que garanticen una respuesta a los mismos; por lo tanto, “si se busca el consenso tendremos más opción a satisfacer las partes en conflicto”, señaló Lusverti.

Precisamente en esa búsqueda por solucionar los pequeños problemas en la comunidad, surgió la Justicia de Paz, y recordó el Dr. Lusverti, que el programa de Justicia de Paz, se inició más como un programa social liderado por el sector no gubernamental, y desde su origen no ha logrado asumirse con responsabilidad como una verdadera política pública del Estado.

La Justicia de Paz es un medio alternativo de justicia, que abre el espacio a la participación ciudadana, por el hecho de que cualquier ciudadano puede ser postulado para Juez de Paz, pero además son los vecinos quienes lo eligen y para potenciar la participación, es precisamente la incorporación de las partes en conflicto que logrará construir la solución al problema planteado.

Lusverti destaca que “el Juez de Paz es tanto un actor social como un líder de la comunidad, que asume funciones como si fuera un funcionario público, pero que además ejerce o puede ejercer un importante liderazgo en la comunidad”.  

Un liderazgo que destaca el invitado, es parte de la responsabilidad ética que todos tenemos como ciudadanos y como integrantes de una comunidad.  Tenemos el deber ético de comprometernos de alguna forma y de contribuir con el desarrollo de los derechos de las demás personas en la comunidad, y en ese sentido la Justicia de Paz se convierte en una herramienta para asumir o materializar ese compromiso como ciudadano.

Con un sistema de justicia de paz que funcione, se puede lograr además recuperar la confianza de los ciudadanos con una institucionalidad que responda; y con esa confianza, iniciar la construcción de estrategias que permitan contribuir con la prevención de la violencia y con la construcción de una comunidad más armoniosa, colaboradora y participativa.

Prensa FUNDESMU.